"Solo amigos..." . Nos dijimos por años, adorando las bellas palabras de consuelo que nos dábamos mutuamente. Quizás por el único motivo de no sufrir, quizás para sufrir juntos.
"Solo amigos..." . Contestábamos a quienes, con curiosidad, preguntaban por nuestra cercana amistad. Respondiendo con indiferencia o, simplemente, con ingenuidad.
"Solo amigos..." . Me dije a mi misma, al ver los pequeños brotes de celos que surgían de aquella presente historia de amor que, en hermosos versos, él me contaba.
"Solo amigos..." . Dejábamos entender cuando compartíamos anécdotas; apoyándonos para ser fuertes, valientes, tratando de declarar a esa "otra" persona lo que sentíamos.
Pero... ¿Siempre pensamos en ser amigos?.
Las pequeñas rosas que me regalaste al tiempo de conocernos, ¿eran con el fin de formar una "amistad"?, ¿o tenían otro sentido?.
Aquellas sonrisas compartidas, ¿alguna vez valieron "algo más"?.
No.
Nuestra respuesta siempre fue:
"Solo amigos..."