En la sombra de mis árboles todo se deforma.
Pequeños entes se dispersan, abrazando las veredas, jugando por el césped. Y yo danzo alrededor de aquellas sinfonías creadas por la gran naturaleza.
Mi vecina me observa con un rostro parecido a la extrañeza, o quizás, ¿es acaso envidia?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Sueños de una tarde inesperada

El aire se colaba por la ventana, inundando el ambiente como si de una nave etérea e invisible se tratase.
Sopló algunas hojas hacia el interior de la casa.
Movió rimas entre mis blancos cuadernos.
Se expandió por todo el terreno, dejándome pálida ante el frío invasor.
Sin previo aviso, se escuchó un tintineo. Por instinto, quise encontrar al provocador de tal dulce sonido.
Me sorprendió un reflejo de luz en mis ojos, algo brillante tez dormía en mi lecho.
Esperé oír nuevamente la melodía del cascabel, como si fuera a sonar sin ayuda de un manipulador.
Cuando lo tomé en mis manos me di cuenta de que era tan pequeño como una pupila, trabajo de un hábil artesano, elaborado tal vez en adamantio.
Cuando nuevamente la brisa se acurrucó por mi habitación, se escuchó una resonante risa, como si dicha persona se divirtiera por el simple hecho de que mirase el cascabel.
Pero nadie se encontraba en mi hogar, más que yo misma.
Y en el momento que quise observar el diminuto artefacto, no se encontraba.
Estaba sola. Sentada sobre mi escritorio, con hojas que ya no se hallaban vacías.

Ahora había una ilustración de un pequeño duende, divertido traviesamente.

Palabras ya sin voz

Te sueño.
Mendigas atención en mi mente.
Caigo nuevamente.
Pues es una trampa sin fin, donde no encuentro refugio de ti.
Solo puedo ser el vaivén entre pasión y cordura.
Balancearme lentamente.
Dudar, caer. Sin volver.
Todavía creo en mirar a los ojos. Y los tuyos son como un pozo sin fondo aparente, donde la oscuridad es carcelera.
Las miradas vacías se conviertes en páginas vacías.
Pensamientos totalmente blancos.
Sueño despierta.
Pienso en que algún día volverá a pasar todo, como si de un Deja Vu se tratará.
¿Me soñarás?
 Soy la repetición de una película sin nunca ver el final.
Pero me he cansado de tropezar.
Y así, sin fuerzas para luchar, me derrumbo en sentimientos que algún día serán palabras.
Que algún día saldrán al exterior.

Miedos

“-¡Último momento!
¡El auto de Barbie, un Ferrari  rosa, ha sido robado!
¡Se acusa al gato Silvestre de homicidio a Tweety!
¡El Coyote se ha suicidado!, dejando una nota de que si no podía matar al Correcaminos, se mataría el…-“

Prendes el televisor, sintonizas la radio, y se oyen miedos.
La gente corre hacia sus casas, desesperadas por lo que les pueda ocurrir en las calles.
Se refugian en sus propias inseguridades, culpando a villas en vez de a los miedos que fabrican terror en sus hogares.

Inseguridad.

Una palabra que se dice mucho, que se escucha exageradamente demasiado.
Caminan a paso ligero asustados de su propia sombra.
Miran hacia todos lados, como si eso les sirviese de escudo ante sus mentes.
¿Sabes?
Ocurren más cosas en el mundo, cosas que no incluyen al miedo, que te hacen vencerlo.

“-¡Último momento!
¡Hoy una niña ha sonreído!
¡Un estudiante  se ha recibido!
¡Una familia un hijo ha tenido!…-“

Ironía.

Nos aterrorizamos del mundo que hay fuera de nuestras rejas, pero confiamos en aquellas personas que nos dicen que la vida es una bomba: cuando te desconfíes explota.
Miremos el lado divertido. El caos lo provocas tu mismo.

Edades volando

Los años pasan, corren en mi mente.
Crean imágenes que instantáneamente desaparecen.

Veo niñas corriendo en el jardín. A una pequeña leyendo en la copa de un sauce.
Veo un bebe rubio corriendo a mis brazos. A una tía trenzando el cabello de su sobrina.

Me paro, pienso.
Años que hablan solos, que rememoran sentimientos.
La emoción me inunda, me desborda.
Lagrimas aparecen ahora en mis ojos, reflejando ocasiones pasadas.

Una bailarina en tonos de rosa danzando al son de Vivaldi.
La imaginación en un lápiz.
El roce cálido de un beso frente a las estrellas.

Camino sin rumbo fijo, variando mis sueños, alternando sus colores y contrastes.
Imagino un sendero sin final.
Reconozco que me queda mucho por terminar.
Los años vuelan…y yo quiero acompañarlos.

Dilemas artísticos

Pasa.
Que el músico atraiga.
Que dulces melodías seduzcan hasta al más terco.
Que aquellos ojos, iluminados por la felicidad de un instrumento, enamoren al instante.

El cabello revuelto de un artista.
La mirada perdida de un pintor.
La sonrisa de un actor.
Los bellos sueños de un escritor.

Y aun así, tengo el descaro de pensarte, la osadía de no querer sacarte de mi mente…

Endulzas recuerdos a tu antojo, sabiendo que me dificultarás la salida.
Déjame liberarme de tus pentagramas de oído.
Probar arte nuevo.
Solo lograré un efímero instante de felicidad. Lo sé.
Comenzaré de cero.
Tendré enredos en brazos ajenos.
Cortes en mis labios, lastimados por una pasión desconocida.
Creceré tempranamente sobre la cama.
Solo déjame soñar deliberadamente, sin que estés observando cada instante en mi cabeza.
Hasta que quede exhausta.

Hasta decir basta.

viernes, 31 de mayo de 2013

Etapas sociales


He crecido moldeada por una sociedad entera.
Cuando sos chico la imaginación te atrapa, querés salir de la realidad impuesta, donde los hombres visten de rosa y las mujeres de azul. Total, ¿Qué importa?Pues en tu mundo sos solo un ente maravilloso; con alas, espadas o coronas. Donde la palabra “creer” no es necesaria.

Sigues formándote y los años te ponen mas obstáculos.
-          ¡¿Por qué no puedo jugar con ellas?! Pregunta un niño indignado
-          Las nenas con las nenas y los nenes con los nenes- responde altaneramente una mama a su hijo, mientras piensa en sus adentros: - a ver si me sale para el otro lado -.
Tu cuerpo se extiende, se deforma. Te empiezas a ver al espejo, a ver al otro. ¿Es lindo?, ¿es feo? .
Comienzas a tener el síndrome superficial de la especie.
Ahora te “enseñan”: las nenas con los nenes y los nenes con las nenas.
-¡¿ Y si quiero andar de la mano con otro hombre?!-.
-¡¿ Y si me beso con una mujer?!-.
¿De qué forma nos van a ver?.
Y llego a mi nueva edad.
Donde la mayoría de las etapas de formación ya pasaron.
Estoy parada en una línea especial, que supuestamente separa la infancia de la adultez.
Y pregunto a los sabios que sepan responder… ¿ Quién quiere ser adulto cuando el mundo ofrece tanta rigidez?
Prefiero ser una niña de expresión infinita, donde las palabras sean mis alas y los dibujos mi fuerza en brisas.