En la sombra de mis árboles todo se deforma.
Pequeños entes se dispersan, abrazando las veredas, jugando por el césped. Y yo danzo alrededor de aquellas sinfonías creadas por la gran naturaleza.
Mi vecina me observa con un rostro parecido a la extrañeza, o quizás, ¿es acaso envidia?

sábado, 6 de octubre de 2012

"Experimentos"

Despertó.
Abrió sus ojos, pestañeando varias veces hasta acostumbrar la vista.
Miró a su alrededor.  Se encontraba dentro de una figura de vidrio, más o menos cónica; la cual parecía hecha a medida para él. Una luz tenue resplandecía desde el fondo, en el suelo; con raras luces similares a las mínimas estrellas que se ven en la noche.
Observó hacia adelante y vio figuras como en la que él se hallaba, con personas dentro, dormidas todas. Comenzó a darse cuenta de que lo que los contenían, tanto a si mismo como a los demás, eran un estilo de botellas de mayor tamaño al usual, con corchos tapándolas.
Quiso gritar, llamarles, despertarlos de su aletargado sueño; pero cuando abrió la boca, entró agua en ella. La cerró en seguida, asustado por el hecho de que se ahogaría. No fue así. Probó nuevamente. Nada pasó. No era como respirar aire, era extraño, pero reconfortante.
Aun así. Aun que todo pareciese tranquilo y acogedor, anheló salir. Miró el tapón que se encontraba arriba de su cabeza y lo empujó hacia afuera con ambas manos. Este se zafó pero, por la fuerza emitida por el impulso, la botella se tambaleó, cayó y se rompió.
El estruendo fue tanto que tuvo que taparse los oídos. 
Cuando alzó la mirada, se encontró con una extraña mujer observándolo. Con un exuberante vestido negro y ojos de color ámbar que parecían centellear. 
Ella sonríe y dice: - Bienvenido-. Da media vuelta y se retira.