Te sueño.
Mendigas atención en mi mente.
Caigo nuevamente.
Pues es una trampa sin fin, donde no
encuentro refugio de ti.
Solo puedo ser el vaivén entre pasión
y cordura.
Balancearme lentamente.
Dudar, caer. Sin volver.
Todavía creo en mirar a los ojos. Y
los tuyos son como un pozo sin fondo aparente, donde la oscuridad es carcelera.
Las miradas vacías se conviertes en
páginas vacías.
Pensamientos totalmente blancos.
Sueño despierta.
Pienso en que algún día volverá a
pasar todo, como si de un Deja Vu se tratará.
¿Me soñarás?
Soy la repetición de una película sin nunca
ver el final.
Pero me he cansado de tropezar.
Y así, sin fuerzas para luchar, me
derrumbo en sentimientos que algún día serán palabras.
Que algún día saldrán al exterior.
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