En la sombra de mis árboles todo se deforma.
Pequeños entes se dispersan, abrazando las veredas, jugando por el césped. Y yo danzo alrededor de aquellas sinfonías creadas por la gran naturaleza.
Mi vecina me observa con un rostro parecido a la extrañeza, o quizás, ¿es acaso envidia?

viernes, 31 de mayo de 2013

Etapas sociales


He crecido moldeada por una sociedad entera.
Cuando sos chico la imaginación te atrapa, querés salir de la realidad impuesta, donde los hombres visten de rosa y las mujeres de azul. Total, ¿Qué importa?Pues en tu mundo sos solo un ente maravilloso; con alas, espadas o coronas. Donde la palabra “creer” no es necesaria.

Sigues formándote y los años te ponen mas obstáculos.
-          ¡¿Por qué no puedo jugar con ellas?! Pregunta un niño indignado
-          Las nenas con las nenas y los nenes con los nenes- responde altaneramente una mama a su hijo, mientras piensa en sus adentros: - a ver si me sale para el otro lado -.
Tu cuerpo se extiende, se deforma. Te empiezas a ver al espejo, a ver al otro. ¿Es lindo?, ¿es feo? .
Comienzas a tener el síndrome superficial de la especie.
Ahora te “enseñan”: las nenas con los nenes y los nenes con las nenas.
-¡¿ Y si quiero andar de la mano con otro hombre?!-.
-¡¿ Y si me beso con una mujer?!-.
¿De qué forma nos van a ver?.
Y llego a mi nueva edad.
Donde la mayoría de las etapas de formación ya pasaron.
Estoy parada en una línea especial, que supuestamente separa la infancia de la adultez.
Y pregunto a los sabios que sepan responder… ¿ Quién quiere ser adulto cuando el mundo ofrece tanta rigidez?
Prefiero ser una niña de expresión infinita, donde las palabras sean mis alas y los dibujos mi fuerza en brisas. 

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